Llevamos
estos últimos años inmersos en una situación de crisis económica tal que
no sabemos si tocamos fondo o aún nos
queda largo recorrido por hacer. Es una duda que tenemos y nadie nos sabe resolver. Dese el inicio de este periodo
somos muchos los que nos vimos afectados por numerosos recortes, todos nosotros
de la parte más baja de la pirámide,
millones de mileuristas y pequeños autónomos que difícilmente llegamos a fin de
mes haciendo diversas cábalas para cuadrar los litro de leche que serán
suficientes para acabar el mes.
Salvo algunos, muy pocos fueron los que por
iniciativa propia se rebajaron los
desorbitados sueldos que a su cuenta
bancaria llegaban mensualmente. Otro, digo otro porque en España solo conozco yo un caso y es Amancio Ortega
presidente de grupo Inditex, que desde su abundancia y generosidad hizo
donaciones a los más necesitados y diversas ONG dignas de mención en estos
difíciles momentos. Es muy fácil pasar por esta crisis desde una posición tan
ventajosa como algunas personalidades de este país y ninguno de ellos compartió parte de sus abundancias.
Queda otro grupo que prefiero nombrarles como
usureros de la crisis. Es increíble como muchos de ellos aun en posición acomodada y sin dificultades se aprovechan de los servicios sociales, de
Cruz Roja, de Caritas o de Comedores económicos solo con la intención de no
verse mermados su poder económico. Si yo
solo conozco tres o cuatro casos imagino que en España entera habrá como
cuatro o cinco mil.
Un caso muy sangrante que llego a mis oídos fue el que una familia en la que entran mensualmente nóminas
y una pensión que ascieden a los 4000 euros tiene la poca vergüenza de recoger en
la Cruz Roja alimentos para una familia de cinco miembros habiendo una familia
en el quinto izquierda compuesta por dos
niños menores y sus progenitores estén subsistiendo con los famosos
cuatrocientos euros. A esta familia no le llegan sacaos de arroz y garbanzos,
leche, cereales o galletas. Es la madre la que por las noches rellena el cartón
de leche para que llegue por la mañana
para desayunar sus hijos.
Otro caso es el de un matrimonio recién
jubilado, con casa en propiedad, nave industrial en alquiler y negocio en el
bajo de su casa ya en alquiler cada vez
que visitan la ciudad cercana para ir a la consulta de médicos
privados se acercan a la Cocina Económica de la ciudad
financiada en gran medida por cierto empresario antes mencionado los que acuden
a la hora prevista para recoger su plato
del día.
Es gracias a estos usureros y a muchos más que desconocemos, que este país de
mentirosos, vagos, maleantes y estafadores no logramos salir a flote.
Solo pido que las instituciones encargadas de
repartir los alimentos básicos entre los más necesitados que se hagan valer los avances tecnológicos para
eliminar a estos usureros de la listas
porque son muchas las familias que en
estos momentos están al límite de sus fuerzas