jueves, 10 de enero de 2013

A DONDE SE FUE EL ROMANTICISMO


Luchamos en estos momentos y revindicamos perdidas de derechos por el cambio de algunas leyes,  ayudas sociales, subvenciones   o los recortes salariales que tanto resienten nuestra economía, pero estos son tan solo algunas de las pérdidas materiales y que en ningún caso dependen tan solo de nosotros sino de terceros que residen en la pirámide de la sociedad.
Otra pérdida importante es el romanticismo. No hace  mucho en la conversación con un amigo salió el tema de la perdida de romanticismo latente en la sociedad de hoy en día.  Quizás los últimos avances tecnológicos tampoco ayudan a mantener estas prácticas tan notables en épocas y tiempos pasados.
Se acabó lo de escribir una nota y  pasarla de mano en mano hasta llegar a  su destinatario, esa persona que suscitaba algún poder de atracción. Ahora y a día de hoy se cambia por un wassap, mucho más frio y rápido. Ya no nos paramos en escribir de puño y letra una carta romántica expresando en ella todo aquello que sientes por esa persona, tanto sea amor, amistad o simple respeto familiar. Todo esto ahora se cambia por un rápido y frio correo electrónico.
Las redes sociales a día de hoy te permiten conocer gente  con el perfil que deseas, seguida de una cita a ciegas y ver qué pasa. Quedó atrás a  esa espera diaria o semanal de ese encuentro en clase, en el trabajo  o quizás en esa parada de bus o metro por donde discurre  la vida diaria. Como el paso del tiempo te ayuda a conocer mínimamente a  esa persona que quizás llegue a  gustarte físicamente, como viste, como mira o simplemente que   te hace sentir algo especial cada vez que se coloca el pelo.
Lo mismo pasa a la hora de  piropear a otra persona, no quiero hablar de mujeres  o de hombres, simplemente de personas. Será que  esta práctica de decir lo que piensas  de forma romántica y sensible ya paso a la historia, quizás este pasado de moda o quizás mal visto. Pierde fuerza a pasos de gigante la palabra sincera que sale del alma, la palabra que quizás no enlazada de la forma correcta si era sincera. Ahora nos encontramos  con mensajes editados para cada ocasión que  podemos encontrar en internet o en mensajería instantánea de los móviles y dispositivos de última generación.
No es malo  sentir y hacer ver a quien nos acompaña como sentimos realmente, decir y hacer sentir lo que nos trasmite con la mirada la persona  que tenemos en frente. La frivolidad cobra día a día mas peso frente al romanticismo que estamos perdiendo. Y son las últimas innovaciones tecnológicas las que día a día nos hacen más vagos y más inútiles  por dárnoslo todo preparado para cada ocasión.
Porque no decir a  una persona lo bonita  que es, el sobresalto que puedo sentir cada vez que una sonrisa suya me provoca  o como mi corazón va a mil cada vez que lo miro, cada vez que encuentro la profundidad de su mirada cuando le hablo. ¿Sera este un tema de reflexión a día de hoy? No perdamos algo que solo depende de uno mismo y nunca de terceros.